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La petrolera Shell, a nivel nacional, siempre tuvo especial cuidado en sus producciones publicitarias para TV. Podemos recordar el auto que se desinflaba o la tan famosa publicidad donde el coche se transformaba en un vampiro chupasangre.
La producción que veremos a continuación es del año 1991 y también es ejemplo de un prolijo trabajo de imagen. Los autos en patota y la calidad de la puesta y edición demuestran que había presupuesto para desarrollar estas joyas de venta directas para televisión. Que hayan tantos automoviles juntos y que todos vayan tan sincronizados es un merito a destacar, ya que demás esta decir en esa época no existían los efectos especiales CGI y todo, o casi todo, era real y se hacia en set.
Si de tácticas y formas creativas de vender nafta hablamos, en esos tiempos todavía no estaban las chicas con calzas apretadas llenando el tanque en las estaciones de servicio.
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